
Los mejores trucos para que mi perro coma pienso
La alimentación de tu perro es fundamental para que goce de buena salud y bienestar. Comer es un placer, también para nuestros compañeros de cuatro patas. Sin embargo, los hay más glotones y los hay más delicados.
A grandes rasgos, existen dos tipos de comida para perros: la comida húmeda y la comida seca. Ambos tipos presentan ventajas y desventajas, pero hoy os hablaremos del pienso, el tipo más extendido, común y económico sin renunciar, por ello, a una alta calidad.
El pienso o comida seca es un alimento sano y equilibrado. Nos referimos siempre a piensos de buena calidad, esenciales para el correcto desarrollo y crecimiento de nuestra mascota. Atendiendo al tipo de perro, edad y estilo de vida, suministraremos un pienso u otro, adecuado a sus necesidades.
Los hay de diferentes tipos, sabores, colores y olores, por lo que puedes encontrar el preferido de tu mascota. Sin embargo, no siempre es tarea fácil que tu perro coma la cantidad de pienso que le has ofrecido. En la cabeza de los dueños de perros más delicados a la hora de comer, tras varios intentos frustrados, seguro que se han preguntado alguna vez: ¿Habrá trucos para que mi perro coma pienso? Pues la verdad es que sí y aquí os vamos a contar cuáles son.
¡Comenzamos!
Mezcla el pienso
Una de las mejores formas para que tu perro coma pienso – y una de las más efectivas – es mezclarlo con comida húmeda.
La comida húmeda aporta hidratación extra a nuestra mascota gracias a su gran contenido en agua. Además, favorece las digestiones y es muy sabrosa. Su intenso olor, captará la atención de tu perro y le ayudará a animarse a comer.
Te aconsejamos que, ya que la comida húmeda es muy fácil de manejar, la mezcles muy bien con las croquetas de pienso, de modo que se integre con él. Así, evitarás que tu perro deje comida en su cuenco. Comida húmeda junto con pienso es la combinación ideal para una dieta nutritiva, saludable y deliciosa.
Enriquece el pienso
¿Has preparado caldo de pollo o de verduras? Una buena manera de utilizarlo, si convives con un perro delicado a la hora de comer, es vertiéndolo en su pienso. El caldo ha de ser 100% natural, libre de químicos, ingredientes como la cebolla o condimentos como la sal. Nada de esto es bueno para tu mascota.
Añadir caldo de pollo o de verduras al pienso de tu mascota no solo le aportará un sabor diferente si no que, además, hará que la croqueta cambie de textura, ablandándola y haciendo más fácil su mordida en caso de que tu perro tenga alguna afección bucal o pérdidas dentales.
Cambia de pienso
Es posible que, simplemente, tu mascota se haya aburrido de su rutinaria ración de pienso y prefiera probar cosas nuevas. No pasa nada, existe una amplísima variedad, como podréis ver en el siguiente enlace sobre comida de perro, donde podréis inspiraros y buscar una alternativa. Arquivet presenta una amplia gama de productos, hechos a base de ingredientes naturales que, no solo encantarán a tu mascota por su sabor, sino también a ti por su calidad y alto contenido en nutrientes.
Eso sí, el cambio ha de ser un proceso gradual, puesto que la adaptación a un nuevo pienso es más complicada de lo que nos pueda parecer. Es por ello que se recomienda que, antes de darle un 100% de cantidad del nuevo pienso, haya unos días en los que el porcentaje sea 50% antiguo pienso y 50% del nuevo. Así, iremos aumentando el porcentaje del nuevo hasta asegurarnos que nuestro perro tolera bien las raciones.
Estimula su apetito
A veces ocurre que tu perro necesita un empujón para lanzarse a por su cuenco de pienso. Puedes ayudarle a abrir el apetito dándole algunas de sus croquetas como si fueran premios. Así, tras haber comido algunos de estos, comenzará a comer.
Otra forma de estimular su apetito es mediante largos paseos o sesiones de juegos. Una adecuada rutina de ejercicios puede evitar su resistencia al pienso, se sentirá hambriento y acudirá a cubrir una de sus necesidades más básicas. La activación de su metabolismo será una buena razón para ingerir su ración de pienso.
Sorpréndelo
El olfato es el primer sentido que se activa en los perros a la hora de comer. Si logramos atraerle mediante el olfato, tendremos casi todo ganado. Para ello, si el pienso no logra captar su atención olfativa, puedes desmenuzar un poco de jamón cocido entre las croquetas de pienso.
Intégralos muy bien, para que se mezclen con el pienso y que tu perro coma ambas cosas. Sobre todo, intenta que el jamón de york sea sin sal, pues es perjudicial para la salud de tu perro.
Ahora bien, has de vigilar el comportamiento de tu perro, pues no debemos acostumbrarlo a este tipo de “sorpresas”. Podrían ser contraproducentes y que tu perro únicamente quiera comer si tiene alguno de esos deliciosos trozos escondidos por su cuenco.
Cambia sus costumbres
Una cosa es mezclar su pienso, la base de su alimentación, con pequeños trozos de jamón cocido. Otra cosa muy diferente y muy poco recomendable, es acostumbrar a tu perro a comer a deshoras alimentos que, aunque no resulten perjudiciales para la salud de tu mascota, si pueden perjudicar en su educación y rutina alimenticia.
Debemos evitar que nuestro perro ingiera comida humana, como las sobras de nuestros platos. Por lo general, estos contienen sal y, aunque sea en bajas cantidades, no aportará nada bueno al organismo de nuestra mascota.
Sé persistente
Es muy importante no darse por vencido. La paciencia, la constancia y la persistencia son tus tres mejores armas para conseguir buenos resultados. Busca y entiende los motivos por los que tu perro se muestra reacio ante el pienso e intenta encontrar alternativas desde la comprensión y con el objetivo de dar a tu mascota una buena calidad de vida.