¿De qué está hecha la arena para gatos?

¿De qué está hecha la arena para gatos?

Si vamos a incluir un nuevo compañero gatuno en casa, un accesorio imprescindible es su arenero. Los felinos, en el medio natural, realizan sus necesidades cavando un agujero en la tierra y tapándolo una vez han acabado.

El arenero es necesario para que tu gato siga desarrollando dicho comportamiento de la manera más natural posible. La arena es, por ello, un elemento crucial. A la hora de elegir, encontrarás varios tipos de arena que, a priori, pueden resultarte desconocidos. Arena de arcilla o arena de sílice, son los tipos de arena para gatos más comunes que encontrarás en el mercado.

Atendiendo al material con el que están hechas, podemos encontrar 3: de tipo mineral, de sílice y de origen natural. Cualquiera de ellas presenta ventajas e inconvenientes y su elección dependerá, entre otras cosas, del tiempo que puedas dedicar a mantener el arenero limpio. Pero no te olvides de que será tu gato el que tenga la última palabra.

En este artículo te contamos de que están hechas las arenas para gatos para que te guíe en tu elección.

Arena para gatos de tipo mineral

La arena de tipo mineral es la más convencional y extendida que encontrarás en el mercado. Es también, por ello, la más económica. Se trata de un tipo de arena realizada a base de minerales, de la que podemos encontrar de tipo aglomerante o de tipo absorbente.

Esta última, está compuesta por sepiolita, un mineral natural muy poroso, lo que la convierte en una arena de alta capacidad de absorción. Entre sus ventajas se encuentra su precio asequible y su capacidad para absorber líquidos. Sin embargo, su propia condición porosa provoca que, cuando los gatos escarban, se produzca mucho polvo, lo que puede agravar afecciones de tipo respiratorio en los felinos.

Dentro de la arena mineral encontramos, también, la de tipo aglomerante. Esta está realizada a base de una arcilla, conocida como bentonita, que causa que la arena se aglutine al entrar en contacto con los líquidos, quedando, el resto de la arena, completamente limpia. Este hecho, facilita la tarea de limpiar el arenero. Además, no será necesario cambiarla tan a menudo como la primera.

Su incorporación al mercado es relativamente reciente, si la comparamos con la de tipo mineral absorbente, que apareció hacia finales de la década de los años 40 del siglo XX. Existen diferentes tipos y texturas de arenas de tipo aglomerante, con diversos aromas y tamaños para que tu gato se adapte de manera cómoda y sencilla.

Entre la amplia variedad de tipos de arenas aglomerante, la marca Arquivet cuenta con un producto premium: Classic Cat Litter 10 Kg, una arena 100% natural aglomerante con carbón activo. Esta arena es una combinación perfecta entre facilidad de limpieza, respetuosa con el bienestar de tu gato y control de olores, gracias a la acción del carbón activo, un compuesto altamente absorbente y eficaz en la neutralización de olores. A esto, habremos de sumar la casi ausencia de polvo, evitando que tu gato pueda sufrir de afecciones respiratorias.

Arenas para gatos de sílice

Compuesta por pequeños cristales de silicato de sodio, es conocida, también, por el nombre de arena de cristal, dado el color y la forma que presenta. Su base es el gel de sílice, un producto que retiene muy bien la humedad. Es, por tanto, un tipo de arena sintética y una de las más absorbentes para gatos. Este factor, permitirá que el arenero se mantenga seco por más tiempo.

Entre sus grandes virtudes se encuentra su capacidad para neutralizar los malos olores y su escasa formación de polvo. La arena de gel de sílice se está convirtiendo en uno de los tipos de arena para gatos más comunes del mercado. En el enlace encontraréis la amplia variedad que ofrece la marca Arquivet, caracterizándose por arenas de calidad, realizadas con las perlas de sílice más efectivas. También encontraréis una amplia gama de arenas de tipo mineral mencionadas anteriormente.

Arena para gatos de origen natural

Este tipo de arena es la más respetuosa con el medio ambiente, ya que está compuesta por materiales biodegradables como la madera, el maíz u otras fibras vegetales. La absorción de líquidos es llevada a cabo por dichas fibras vegetales, que consiguen retener la humedad. A la hora de deshacernos de la arena, podemos desecharla cómodamente por el inodoro o depositarla en el contenedor de residuos orgánicos.

Con los avances en el mercado, también se ha conseguido la obtención de arena aglomerante realizada a base de compuestos orgánicos, aunando el poder de absorción de las de tipo aglomerante con el respeto por el medio ambiente. En este caso, las fibras vegetales de madera, mejoradas artificialmente, absorben la orina de forma rápida y segura. Esto provoca que se neutralicen los olores y el ambiente se impregne del olor a madera de las fibras.

Por otro lado, frente al polvo generado por la arena mineral de tipo aglomerante, la de tipo orgánico acaba con tal problema, pues está diseñada para gatos asmáticos o con sensibilidad en el aparato respiratorio.

Para finalizar y como veis, hay diversas opciones de tipos de arena para gatos en el mercado que nos ofrecen ventajas e inconvenientes. A la hora de elegir, habremos de tener en cuenta, entre otras cosas, nuestro propio estilo de vida. ¿Podemos permitirnos cambiar la arena de nuestro gato con frecuencia? ¿No tenemos mucho tiempo en nuestro día a día para ocuparnos de ello? El tiempo que podamos dedicarle a la limpieza del arenero nos decantará por un tipo u otro.

Como hemos mencionado al comienzo, aunque te hayas decantado por una u otra, es tu gato quien tiene el poder de decisión. Por lo general, los gatos prefieren aquellas arenas de consistencia fina, como por ejemplo las de sílice, pero que no se le claven en las almohadillas. Por otro lado, las hay de tipo perfumado, que pueden ayudar a mantener un ambiente limpio.

Si quieres saber cuál se amoldará mejor a tu gato, puedes probar varias. Eso sí, mézclala gradualmente con la arena anterior, de manera que no se produzca un cambio brusco que pueda resultar en el rechazo del gato.

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